jueves, 13 de diciembre de 2007

Los gases emitidos hoy en día, pueden causar grandes estragos en un futuro.


Por: Mayela Lara Garduño


Existen indicios de que hace 55 millones de años, la Tierra sufrió un cambio climático, debido a la emisión de metano suficiente para causar un calentamiento global.
Para la evolución humana, fue un período vital, ya que el clima cálido permitió el surgimiento de nuevas especies como los mamíferos, a lo largo y ancho del planeta, a le vez, la diversificación en muchos grupos.
Ahora, el calentamiento global no es tan favorable para la humanidad, debido a que en lugar de propiciar un ambiente en donde las especies existentes se puedan desarrollar favorablemente, sus efectos causan grandes estragos en los ecosistemas.
En 1987, se comprobó que las actividades humanas podrían provocar el aumento de la temperatura mediante la adición de dióxido de carbono a la atmósfera, sin embargo, se pensaba que los océanos eran grandes captadores de carbón que revocarían la contaminación producida por el hombre.
En 1950 se encontró evidencia suficiente que el dióxido de carbono tenia una vida en la atmósfera de 10años, además, se demostró que los océanos no eran sumideros de carbono para todo el CO2 atmosférico. Solo un tercio del CO2 antropogénico puede ser retenido por los océanos.
Finalmente en los años 1980, la curva de temperatura media anual global comienza a aumentar y a mostrar aumentos de la temperatura global tan intensos que la teoría sobre calentamiento global comienza a ganar terreno. Las ONG´s medioambientales (Organizaciones No Gubernamentales) comienzan a establecer la necesidad de protección global del medio ambiente para prevenir un calentamiento global de la tierra. La prensa comienza a intervenir y pronto se convierte en primeras noticias a escala global.
Actualmente es bien sabido que 1998 fue el año más calido registrado, seguido de 2002, 2003, 2001 y 1997. Los 10 años mas calientes han sido registrados desde 1990. Por esto, en 1998 se estableció el protocolo de Kyoto en Kyoto, Japón. Este es un instrumento para la participación de todos los países firmantes para reducir las emisiones de gases invernadero como (CO2, CH4, N2O, HFCs, PFCs, and SF6) para al menos 5% por debajo de los niveles de 1990 en el periodo de servicio de 2008 al 2012. El protocolo de Kyoto fue firmado en Bonn en el año 2001 por 186 países. Varios países como EE.UU. y Australia se han retirado.
Desde 1998 en adelante la terminología sobre el efecto invernadero empieza a cambiar como resultado de los medios de comunicación. El efecto invernadero como término se empieza a usar cada vez con menos frecuencia como teoría y las personas comienzan a referirse a la teoría como calentamiento global o cambio climático.
Parece que la actividad industrial es responsable del 55% del incremento actual del CO2. El resto son causas naturales como: la actividad volcánica, la disolución de las calizas, la descomposición de los seres vivos y su respiración.
El metano (CH4) es un gas invernadero muy potente, 58 veces mayor que el CO2. Su presencia en la atmósfera se debe a la descomposición de las materias orgánicas en un medio anaerobio, también los gases de los animales de la ganadería, y las grandes extensiones de arrozales, contienen grandes cantidades de metano, aunque su contribución al aumento de metano en la atmósfera es marginal. El calentamiento de la atmósfera derrite el hielo, lo que libera grandes cantidades de metano a la atmósfera. El porcentaje de metano en la atmósfera ha aumentado en los dos últimos siglos de 0,8 a 1,7 partes por millón.
Los clorofluorocarburos (CFC) no son productos naturales, sino fruto de la química industrial, que al no ser naturales, su degradación es muy difícil, por lo que su presencia en la atmósfera se prolonga durante muchos años. Se degradan combinándose con el ozono, en la estratosfera, en condiciones de frío y luminosidad. Desgraciadamente esa reacción química también implica la destrucción del ozono.
La combustión de hidrocarburos y carbones produce ozono en superficie; y los abonos nitrogenados emiten dióxido de nitrógeno (NO2). Estos gases, que también son invernadero, se combinan rápidamente con el dióxido de azufre (SO2), también procedente de la combustión, y forman ácido sulfúrico (lluvia ácida). Las nubes con grandes cantidades de SO2 tienen gran capacidad reflectante, con lo que enfrían las capas bajas de la atmósfera.
De todos los gases de efecto invernadero naturales el vapor de agua es el más poderoso. En realidad es del vapor de agua del que depende naturalmente el efecto invernadero.
El CO2, al contrario que el vapor de agua, es un gas que tiende a distribuirse homogéneamente por la atmósfera. Se ha comprobado que los niveles de CO2 en la atmósfera han aumentado desde las 315 partes por millón en 1958 a 362 en 1993. En los hielos antárticos se ha comprobado que hacia 1850 era de 280 partes por millón, y que durante la última glaciación eran de 170 partes por millón.
Todos estos gases, tardan en generar un impacto en el medio ambiente, pero dentro de unos años los gases que se están emitiendo hoy en día pueden causar grandes estragos en el Planeta, provocando la extinción de diversas especies y condiciones agresivas y extremas para las que logren sobrevivir.

No hay comentarios: